sábado, 8 de diciembre de 2007

Reseña. "El honor del guerrero". Michael Ignatieff

IGNATIEFF, MICHAEL GRANT, El honor del guerrero. Guerra étnica y conciencia moderna. 2ª Edición, Madrid, Grupo Santillana de Ediciones, 1999, 197 págs.

Vivimos en un mundo que esta constantemente entrando y saliendo de conflictos, en muchas ocasiones sin saber por qué. Michael Ignatieff es un periodista, escritor y político canadiense que ha pasado por las mejores universidades europeas y americanas para especializarse en Derechos Humanos, relata en su libro las experiencias que ha tenido en el recorrido de las zonas con mayor concentración de guerras (Balcanes, Somalia, Afganistán, Ruanda…). Ignatieff, quien ya se centró con anterioridad en temas del mismo estilo, consigue que esta obra mantenga actualidad a pesar de los años que han pasado desde su publicación.

La obra que presenta 197 páginas se divide en cinco capítulos. Cada capítulo trata una serie diferente de temas pero que en una visión general de la obra quedan relacionados. En el primero, el autor nos habla de la gran importancia que ha adquirido la televisión como medio de comunicación hasta convertirse en el medio mayoritario y lo poco que desde el medio se preocupan por controlar los contenidos.

El segundo capítulo explica los problemas de conflictos nacionalistas partiendo de la base de que las personas comienzan a enfrentarse cuando son agitadas y se fijan en las diferencias menores, Ignatieff deja muy clara la polaridad que puede surgir entonces entre lo que siente el guerrero y lo que piensa (puede sentir a su oponente como su antiguo amigo o vecino y pensar que es totalmente diferente a él.)

En el tercer capítulo el autor muestra la preocupación que le da la “repugnancia moral” que hace que las sociedades occidentales dejen de preocuparse y colaborar con los civiles que se ven envueltos en conflictos bélicos al empezar a pensar que las personas que viven en esta situación prefieren matarse que vivir en paz.

El cuarto capítulo sirve para explicar el concepto que da título al libro: “El honor del guerrero” que consiste en aquellas normas que todo aquel que lucha en un conflicto sigue, se trataría de las reglas del juego de la guerra. Por último, el quinto capítulo sirve para tratar los temas de verdad y justicia y para reflexionar sobre si las sociedades que están en conflicto serán capaces algún día de reconciliarse.

Del libro se pueden destacar varias cosas: Ya se ha hablado al comienzo de esta reseña de la gran labor que ha llevado a cabo la televisión, que según el autor ha seguido un doble proceso: uno de internacionalización de la conciencia (al mostrarnos las imágenes de guerra y las dificultades de quienes viven en ese ambiente) y un proceso de voyeurismo (ya que el mundo occidental ve esas imágenes pero no sufrimos con ellas y si nos resultan desagradables podemos cambiar de canal) –Capítulo 1. Pág. 16- el autor también menciona la banalización de la violencia y dice que a nadie se le ocurriría poner imágenes sexuales degradantes pero que en todos los informativos ven sangre y muertos.-Capítulo 1-

Por otro lado el autor hace un claro análisis (basándose en el conflicto serbo-croata de principios de la década de los años 90) de sociedades que son prácticamente iguales (a excepción de diferencias pequeñas en el lenguaje y diferencias religiosas) pero se basan en pequeñas diferencias entre grupos para entrar en conflictos. Ignatieff asegura que el problema aparece cuando la diferencia se convierte en un privilegio o el hecho por el que se discrimina a un grupo de la población –Capítulo 2-. El autor asegura que estas diferencias empiezan a ser importantes cuando son utilizadas por grupos políticos para permanecer en el poder o para ocultar problemas mayores pero que esto crea un sentimiento de bipolaridad en la población. Para ilustrar este hecho, el autor ejemplifica con una conversación que mantuvo con un guerrero serbio en un pueblo de los Balcanes en la que a la pregunta “¿por qué se creen ustedes tan distintos?” el soldado da tres respuestas diferentes en menos de diez minutos para acabar diciendo que “todos somos lo mismo”.-Capítulo 2. Pág. 41-.

El concepto más importante del libro es el del “honor del guerrero” que Ignatieff define como un código de pertenencia y una ética de responsabilidad, un respeto a los que luchan –Capítulo 4. Pág. 116-. Se trata de una serie de normas que vienen de la Convención de Ginebra en la que se trató de ponerle una serie de límites a las barbaridades que se cometían durante las batallas. El principal problema es que estas leyes fueron hechas por y para europeos y ahora resulta muy difícil que éstas calen en sociedades diferentes a las que hicieron y aceptaron estas normas.

Como puntos débiles del libro, a mi parecer están la idea de que las sociedades occidentales han dejado de preocuparse por la población que vive en una situación de conflicto, ya que lo cierto es que las ONG no han dejado de funcionar y si tienen algún problema de financiación está más relacionado con la idea de que éstas puedan malversar los fondos que reciben que por que alguna persona en occidente pueda pensar que la gente que vive en ciertos países prefiera matarse a vivir en paz. También me parece un punto débil de la obra es la idea de que el honor del guerrero separa la guerra de la barbarie ya que a mi entender que un grupo de personas tenga que recurrir a la violencia para resolver sus diferencias es el mayor acto de barbarie que puede practicar nuestra especie, a pesar de que desde hace siglo y medio se le haya intentado poner una serie de límites a la guerra.

Aunque en mi opinión la idea más criticable del libro de Ignatieff es la de que ante la desintegración de los estados (principal raíz de conflictos según Ignatieff) lo mejor que se puede hacer es que el conflicto sea solucionado por el propio país sin que nadie intervenga hasta que no haya un vencedor al que la sociedad internacional debería ayudar. Bajo mi punto de vista esto podría traer el resentimiento de los derrotados y conflictos en el futuro.

En mi opinión la obra de Ignatieff es un buen libro que ayuda a entender el porque de conflictos que se mantienen durante casi una década – Kosovo, Afganistán-.

La explicación del concepto de honor del guerrero y las dificultades de “implantarlo” en otras sociedades creo que ayuda a comprender la difícil situación que vive el mundo en ocasiones.

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